martes, 21 de noviembre de 2006

HIC ET NUNC: (AQUÍ Y AHORA)

Sexo, violencia, sueños frustrados. La guerra y el burdel. No podes dejar de ver la ÚLTIMA FUNCIÓN de Hic et nunc.

Por Marina Rosetti


El reloj marca las 23:20hs, una mujer baja las escaleras y las casi 20 personas que estábamos en la recepción dejamos de hablar para mirarla. Muy alta y flaca, llevaba puesto un camisón corto con lunarcitos rojos, nada sexy, más bien parecía prestado de una hermana menor. Bajó las escaleras de modo arrabalero y desafiante, mordiendo una manzana. Casi llegando al final de la escalera se detiene ante una señorita que esperaba para ver la función de Hic et nunc y le dice: “¿Qué me miras? Puta”. Siguió caminando escoltada por otra mujer con poca ropa, torpe en su andar que justificaba las palabras de su compañera diciendo: “Ella es así, ella es así”, con una vos chillona que no concordaba con su aspecto de femme fatal.
Entramos a la sala. Unas pocas sillas y una escalera son la escenografía que recrea esta obra teatral de Patricia Zangaro, dirigida por Alejandro Ullúa.
Una historia como la que narra Hic et nunc, es una historia que merece ser vista. Una problemática como la que aborda, la guerra y la vida en los burdeles, es digna de merecer elogios, ya sea por su libro como por sus actuaciones.
Los actores en escena, que tienen entre 18 y 25 años, realmente logran emocionar al espectador, provocando todo tipo de sensaciones que van desde el horror hasta la conmoción.
En medio de la guerra (no se especifica cuál sino que se escuchan fragmentos de diversos conflictos bélicos), el soldado Brian cumple 18 años y decide festejarlo en el burdel más próximo. Allí, 8 prostitutas lo esperan para satisfacer sus deseos más oscuros, cargados de violencia.
En cada visita al burdel, el espectador se enterará de diversos trances del personaje masculino que marcaron su personalidad, así como también la historia de vida y los sueños frustrados de cada chica del burdel.
La soledad, las pérdidas humanas, el desarraigo, el temor y la muerte cercana son los ejes temáticos que giran en torno a la obra y mantienen en vilo al público.
Muy buena selección musical y vestuario, excelente guión y personajes muy bien logrados en escena hacen de Hic et nunc, una obra para recomendar.
Teatro Del Borde
Chile 630
Reservas al 4300 6201
ULTIMA FUNCIÓN SÁBADO 25 DE NOVIEMBRE 23HS !!!
*Estudiantes presentando libreta de alumno regular y jubilados abonan $ 8.
*Entrada General $10

ALLÍ, DONDE QUIERO ESTAR

Con una sobredosis de propuestas, la última edición del BUE consolidó al festival celebrado en el Club Ciudad de Buenos Aires como uno de los más atractivos acontecimientos musicales del año. Por Federico Fernández


Desde hace tres años, el festival BUE viene haciéndose un lugar común en el calendario musical porteño, abriendo las puertas de la ciudad a una variada cepa de músicos consagrados, y a otros que recién comienzan a despegar en la escena, tanto a nivel local como internacional.

Sus escenarios han sabido acercar a nuestro país una gran cantidad de artistas alternativos que posiblemente nunca habrían aparecido por estas latitudes de no mediar el poder aglomerador que conlleva el festival. Las presentaciones en vivo de bandas como Elefant, TV on the Radio o Yeah Yeah Yeahs deben ser tomadas como una rearezas de esas que revisten privilegio, aún sin ser actos llamados a revolucionar el rock ni nada que se parezca. Son, simplemente, notables presencias artísticas que enriquecen el mosaico cultural de la ciudad.

Junto a estas promesas, han desembarcado en esta edición tres grandes consagrados de la música contemporánea: los Beastie Boys, los más notables raperos blancos, con una extensa carrera que se remonta a la década de los 80's; los franceses de Daft Punk, dúo emblema de la música electrónica y (probablemente lo más importante), la presencia de la legendaria pionera del punk, la chicana Patti Smith, actuando por primera vez en la Reina del Plata. Como se ve, no solo rock and roll han valido los 130 pesos que costó el abono para estar allí ambas jornadas de noviembre. A continuación, una breve reseña de cada uno de los artistas principales que dieron vida al BUE.

BUE - Viernes 3 de noviembre.

Los 45 minutos de Elefant fueron simpáticos, pero decepcionantes. La banda no supo entregar demasiados momentos de adrenalina; de entre el océano informe de sus canciones, todas parecidas entre sí, apenas asomó algún riff potente durante las primeras canciones y el cover final de "I Wanna Be Your Boyfriend", del álbum debut de los Ramones, fue lo que más levantó a un público de escaso fervor. En determinado momento, cuando se veía que las canciones no daban para mucho, el cantante, hijo de argentinos, Diego García intentó levantar el ánimo con un mini-show personal, que comibinó momentos entrañables (como cuando hizo subir a unas chicas del público para cantar unas canciones) con gestos triviales que no por muchas veces repetidos serán más creíbibles ("Argentina el mejor lugar del mundo, las chicas, el fútbol, el dulce de leche, etc.)

Patti Smith fue una aplanadora, tanto sonora como visual. La Señora (62 años) supo emocionar al público tanto con gestos sutiles - la emotiva apertura con "Beneath the southern cross"; el reggae de "Redondo Beach" - como con bacanales revientes rockeros, especialmente intensos en los dos números finales "Rock And Roll Nigger" y "Gloria", el mítico cover de Them con el que supo abrir su carrera en el recordadísimo discos "Horses", de 1975. Fueron solo sesenta minutos que tuvieron gusto a poco. Su actuación, quizás ayudada por el espaldarazo de su inmensa leyenda actuando por primera vez en el sur, fue lo más relevante del recital (ver crónica aparte).

Los Beastie Boys tuvieron el set más largo de la noche, adentrándose en la madrugada del sábado con bastante entusiasmo. En sus casi dos horas de show repasaron con insistencia el material de su último álbum "To The 5 Boroughs" en un set donde cada "canción" (si es que puede darse ese mote a sus virulentos grooves de samples y cacareos raperos) sonaba extrañamente idéntica a la anterior. A la enorme cantidad de público no le importó esta heterogeneidad, especialemtne cuando los tres newyorkinos repasaron sus máximos hits de obras maestras de hace veinte años como "Paul's Boutique" o "Ill Communication". Así es que se vio a la gente "pogueando" como un gigantesco tsunami en todas y cada una de las incursiones de los Beasties, aunque más tarde muchos afirmaron que el volumen de sonido podría haber estado más arriba aún.

BUE - Sábado 4 de noviembre

En una jornada mucho más larga y con la entrada prohibida a menores, la noche arrancó al atardecer con un dueto de aliento a New York: los noveles TV on the Radio y los Yeah Yeah Yeahs. Entre ambos, los primeros ofrecieron una propuesta musical más interesante, a través de un poderoso híbrido de punk, electrónica, soul, psicodelia y free-jazz. Sacándole lustre a una selección de sus dos álbumes "Desperate Youth, Blood Thirsty Babes" y el último "Return To Cookie Mountain", los músicos lograron hacerle cosquillas al entusiasmo de la audiencia sabatina, a través de canciones de inobjetable gancho como "Wolf Like Me", "Let The Devil In" y el fastuoso cierre con "Staring At The Sun".

Los Yeah Yeah Yeahs sacaron pecho a fuerza del carisma incomparable de su enigmática frontwoman Karen O, rememorando fantasmas de la inolvidable Siouxsie Sioux, lo que dejó en plano secundario el hecho de que su poco novedosa amalgama de art-punk fue seguramente lo menos especial de la noche. Aún así, de lo que no se puede tildar a esta música es de cansina, y varios momentos del show cargaron con una intensidad sin treguas, como los jadeantes derrocha-músculos de "Honeybear" y "Pin", o el celebradísimo final con "Date With The Night", los cuales contrastaron con momentos más serenos, como el del último corte "Gold Lion".

Finalmente, en l oque fue la presentación ma´s aclamada de todo el festival (jonto con Patti Smith) surgieron los solitarios Daft Punk disfrazados de robots en una imponente escenografía futurista consistente en una pirámide lumínica. Lo que siguió fue una hora y cuarto de ininterrumpida música house, incluyendo varios fragmentos de su última producción "Human After All", en lo que sirvió seguramente como un jugoso aperitivo para el festival electrónico "Creamfields", a realizarse en Costanera Sur a mediados de este mes.

Quizás haya faltado algo más de coherencia entre los artistas. Mezclar rap inglés con el poético punk-de-autor de Patti Smith debió haber sido de lenta digestión para muchos estómagos (a juzgar por la gran cantidad de gente que decidió irse del predio en cuanto comenzaron los primeros rapeos de los Beasties Boys). Algo análogo ocurrió al día siguiente, en el que muchos oyentes de rock y punk quedaron desencantados con la frialdad extrema del dúo Daft Punk. Si bien no se pude negar que semejantes combinaciones son un canto al eclecticismo y que eso debería celebrarse, también hay que tener en cuenta que la mayoría de los shows fue sorprendentemente breve, especialmente considerando la cantidad de tiempo muerto que existió entre uno y otro show. Esto, en definitiva, terminó perjudicando un poco a quien pagó la entrada completa para ver un artista en particular y luego tuvo que conformarse con una presentación bastante miserable en términos de tiempo, siendo luego "consolado" con artistas bastante opuestos a aquel al que había venido a disfrutar.

Como sea, el balance es positivo, y esperaremos con ansiedad alguna bizarra y excitante plantilla para que el año que viene, el Club Ciudad de Buenos Aires vuelva a vibrar con la música que no podemos escuchar en las radios.

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FUERA DE LA SOCIEDAD

Y una noche de viernes, Patti Smith dio su primer concierto en Argentina en el marco del Festival BUE. Fueron sesenta minutos gran intensidad y una epifanía de rock and roll. A continuación, una visión de quien estuvo allí para contarlo. Por Federico Fenrnández.


En términos de duración, fue el recital más caro de mi vida. Una brecha de noventa pesos será desgarrada de mi cuenta el próximo mes y todo por seseneta malditos minutos de rock and roll. "Lo bueno si breve, dos veces bueno", dicen algunos. Pero yo no me la creo; para reflexiones conformistas me quedo, en esta ocasión, con un muy entusiasta "más vale poco que nada".

Claro, alguno me dirá que también estaban los Elefant y los Beastie Boys y que sumado a Dios los Cría, la entrada valía por una tarde entera de música. Pero no me voy a engañar: Dios los Cría no le interesa a nadie, Elefant no existe y los Beastie Boys están en una esfera de las cosas que no aspiro a alcanzar en el corto plazo (aunque voy tras Paul's Botique para empezar a desandar el arduo camino). Para mí la primera noche del Festival BUE tenía un solo nombre, Patti, y un solo apellido, Smith

Sesenta minutos. Apenas diez canciones. Pero ¿Qué canciones no? "Gimmie Shelter", sin ir más lejos, saldando en parte la espinita que me había quedado con el concierto de los Rolling Stones (la tocaron el jueves, yo fui el martes). Fue una versión que, siendo severos como Sofovich en Bailando por un sueño, no hizo ni fu ni fa. Pero "Gimmie Shelter", con toda probabilidad la mejor canción de rock de la historia, es a prueba de balas y, si obviamos una comparación con la original, se acepta de buen gusto.

"Because The Night" nunca me pareció gran cosa. Si era por canciones de tono romantico, hubiera preferido algo menos tribunero como la sublime "Dancing Barefoot"; pero, lo admito, en vivo timbra más bien relevante. "Because the night belong to lovers", la frase suena universal e íntima a la vez. Y rockera, porque esta señora mayor sabe rockear como los dioses. Y si bien sus poses salvajes sobre el escenario podrán resultar aparatosas para algún observador implacable, difícilmente sean falsas. Patti sigue creyendo en sí misma y en su mensaje. Y en medio de un ritual iniciático como este es lisa herejía negarlo.

Más. ¿Temas tranquilos? "Beneath The Southern Cross", del tardío "Gone Again", fue la que ofició de obertura con poncho incluído (luego se iría descamisando como la turra envenenada que es). Cuando todo estaba oscuro, en medio de una elegía fúnebre de cuerdas, resonó por primera vez esa voz maldita en Buenos Aires, pero como si el tiempo no hubiera transcurrido. Y fue inolvidable en serio.

Siguió "Redondo Beach", homenajeando a "Horses" a 30 años de su gesta y un relajado tintineo caribeño que alegró la noche, apenas empezado el recital.

Sobre el final apareció una modesta balada cuyo título aún sigo buscando para homenajear a las víctimas de las "guerras innecesarias" (vaya redundancia). Y claro, poco antes una rendición espectacular de "Pissing On A River", único representante del excelente "Radio Ethiopia", donde Smith demostró estar en APABULLANTE forma vocal

Pogos terribles: el himno anarco "People Have The Power", de "Dream Of Life", apuntaló la única seccion panfletaria de la noche, con obvia referencia a Bush y un no del todo elaborado discurso anti-institución. La iglesia salió especialmente mal parada en la silbatina y la gente entendió el inglés perfectamente; solo le faltó tener una abreviada idea de quién es Fred "Sonic" Smith, cuya mención no generó más que un par de aclamaciones descolgadas. También "Free Money", lógicamente, apelando a lo que mejor sabe hacer esta tipa: poner primera tranqui para ir masticando tensión hasta el reviente más devastador. Como un orgasmo, pero enojado.

Y para el final optó por desatar el infierno con la carnicería total de "Rock And Roll Nigger" y la celebración orgiástica de "Gloria", sus dos canciones más emblemáticas. Ni hace falta recordar la locura que se armó ahí abajo, justo donde estaba yo. Cuando la gente a tu alrededor entiende y sabe de qué se trata todo esto, la sensación es muy poderosa. Chau.

¿Que podría haber tocado "Pumping My Heart", "Ask The Angels" o "Dancing Barefoot"? Seguro, y no habría estado mal. Pero había un organigrama que cumplir y no se podía más. Por lo menos fueron 60 minutos (el tiempo que tardé en escribir esta cosa, figúrese) auténticos y al palo que lograron que lo que vino después (Beastie Boys) se antojara una bizarra payasada de un circo de irrelevancia. Me quedo con lo poco, pero lo bueno. Me quedo ahí cantando cuando en medio de "Rock And Roll Nigger", sorteando la debacle de punk que estaban armando los músicos (incluido el omnipresente Lenny Kaye en guitarra), Patti Smith peló viola eléctrica de golpe y desatando una ovación apiló unos acordes distorsionados terribles, para luego arrancar, literalmente, todas las cuerdas del instrumento. Esa es la imagen que quedará grabada para siempre en mi psicosis.

Cuando una noche fría de viernes la Sacerdotiza del Punk, de alguna manera, volvió a barrer con lo sagrado, tal vez cantando los pecados de alguien. Los míos también.

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HARINA, UNA OBRA SOBRE LOS PUEBLOS FANTASMAS

Harina
Un espectáculo unipersonal
de Carolina Tejeda y Román Podolsky


“Desde el cercamiento
de la red ferroviaria,
son cientos
los pueblos fantasmas
en nuestro país...”

Por Marina Rosetti

La actuación de Carolina Tejeda en Harina, es merecedora de un aplauso de pie. En una hora logra recrear la vida Rosalía, una mujer que sobrevive en un pueblo fantasma de la provincia de Buenos Aires, con su oficio de panadera, pero signada por la soledad.
Una mesa con un tarro de harina, un calentador, un bollo de masa, un tambor, una cama, un proyector y una silla, constituyen los elementos básicos que hicieron falta para que Rosalía nos cuente su historia, una historia como la de muchos que están en su misma situación, viviendo en el anonimato, excluidos de la sociedad.
Rosalía recuerda con angustia el último día que pasó el tren, y juega con los sonidos, emitiéndolos ella misma, simbolizando el silencio que impregna a su pueblo.
Lo que más se destaca de este unipersonal es la forma en que la actiz transmite sus emociones. El espectador ve lo que ella relata, sin necesidad de que Rosalía lo muestre materialmente.
Carolina Tejeda fue nominada en los Premios ACE en los rubros: Actuación personal y Revelación femenina y la obra recibió una mención en la 9º entrega de premios Teatro del mundo, como trabajo destacado de octubre 2005-septiembre 2006.
Harina es una obra que invita a la reflexión sobre una problemática social que no recibe el tratamiento ni la importancia que tendría que tener en la sociedad.


Teatro Del Abasto
Humahuaca 3549
Reservas al 4865 0014
Funciones: Domingo 20:30hs
Platea $ 12
*IMPRIMIENDO EL CUPÓN QUE SE ENCUENTRA EN LA PAGINA DE INTERNET: http://www.teatrodelabasto.com/, TE LLEVAS 2 ENTRADAS AL PRECIO DE 1
En cartel hasta el 3 de diciembre!!!

Entrevista a Carolina Tejeda

-¿Cómo surgió la idea de representar en teatro una problemática social, como son los pueblos fantasmas?

La idea del cierre de los ferrocarriles surgió de la necesidad de contar algo que me conmoviera. Algo que me representara ideológicamente. Con Román trabajamos mucho en función del como contar esta historia. Era bastante fácil caer en todo lo trillado y panfletario de contar un tema social, y eso era lo que NO queríamos hacer.

-¿Por qué un Unipersonal?

Hacía varios años que tenía la inquietud de transitar la experiencia de un unipersonal. Ahí parte todo. Porque inevitablemente te preguntás para qué querés estar sola en escena. Creo que de ese deseo hasta caprichoso, se materializó una buena manera de contar esta historia.

-¿Cómo fue la construcción de tu personaje?¿El guión es compartido con Roman Podolosky?

Fue un arduo año y medio de trabajo en conjunto con Román.
Harina es el resultado de ese proceso creativo. La dramaturgia se fue armando junto con la historia y el personaje, en ensayos, poniendo el cuerpo y traspirando la camiseta. Después obviamente, hubo un trabajo de armado y ajuste final.
Harina fue y sigue siendo un gran trabajo en equipo.

-¿Por qué se eligió representar el oficio de panadera?

Una panadera por varias razones, en ella se resume el profundo significado del pan y el oficio como sustento de vida. En este país donde hay gente que no tiene para comer. En este país donde la gente no tiene trabajo.

-Es una obra que se mueve en un circuito de teatro alternativo, ¿ Para qué tipo de público esta pensada?

Harina, desde su gesta tuvo el espíritu de la heterogeneidad de público. Siempre nos pensamos en una sala de Capital y saliendo al interior del país. Sin edades ni distinciones, desde pibes de escuela como nos vieron en el Programa de Espectadores, hasta ferroviarios del Movimiento Nacional de Recuperación del Ferrocarril.
Es muy fuerte lo que pasa con el tema tanto en Capital como en el interior. Es mucha la gente que se acerca al final de la función a contarnos, mejor dicho a regalarnos alguna anécdota personal con el ferrocarril.
Por suerte además de estar desde hace 1 año en el Teatro del Abasto en capital federal pudimos ir a Córdoba, al Festival del Valle de Punilla; al Chaco, al Festival Nacional de Monólogos; a Cuba al Festival Latinoamericano y Caribeño; y en diciembre nos vamos a Santiago del Estero.

LOS FLASH MOBS YA LLEGARON A BUENOS AIRES


Primero fue San Francisco y luego Europa entera. Ahora los flash mobs llegan a la Argentina de la mano de una insólita guerra de almohadas. Por María Pilar González


“Perdoname, estudio meteorología en la UBA hace seis años. Malas noticias, el sábado va a llover. Estaba buena igual la idea… Aunque con agua duelen más los golpes. El aguafiestas.” El comentario número quince del blog porteño que convocaba a una guerra de almohadas frente al Planetario el sábado 18 a las seis la tarde fue totalmente ignorado por los otros noventa y tres internautas entusiastas que prometieron –y cumplieron- ponerle el cuerpo a esta extraña propuesta. Buscando en la web se puede encontrar la definición de lo que ya se conoce en Buenos Aires bajo el nombre de flash mobs: “Flash mobs, traducido literalmente de inglés como ‘multitud instantánea’, son grupos de gente que se reúnen de repente en un lugar público, hacen algo inusual o raro por un período corto de tiempo y después se dispersan rápidamente”. Así de simple. Imaginemos entonces a una multitud instantánea que comienza a bailar al propio ritmo de sus discman o ipods, en la denominada “dicoteca silenciosa” que tanto éxito tuvo en lugares como Madrid o París.

No los convocan ni motivaciones políticas, ni propósitos altruistas, ni siquiera son grupos de amigos con ánimo de gastar una broma. Estas cadenas se echan a correr vía mail, por mensajes de texto, o bien creando un blog efímero que quedará luego flotando en el hiperespacio como chatarra espacial. Hay quienes dicen que el espíritu de estos happenings modernos surge de un irresistible deseo de la vuelta a la infancia, de repetir aquellas travesuras por las que nos hacíamos conocidos varias cuadras a la redonda en nuestro barrio. Pero lo cierto es que en el blog http://luchadealmohadas.blogspot.com/ creado por Marinita –estudiante de Comunicación y organizadora oficial de esta guerra de almohadas- la mayoría de los posteos dejan traslucir los códigos y el vocabulario de grandes cantidades de adolescentes.

Un poco distinta tal vez es la postura de http://flashmobbsas.wordpress.com/ el sitio que quiso iniciar este tipo de movida a fines del año pasado. Consultados por un periodista de Radio Continental, los anónimos creadores de este blog se dieron el gusto de publicar un disclaimer de “No a la prensa”, argumentando que no necesitan ese tipo de canales para organizar sus actividades, que son “creativas, diferentes y divertidas”. Podría decirse entonces que esta vez la flash mob de almohadas habría desvirtuado su naturaleza, porque hasta Infobae se ha tomado el trabajo de subir un video de la última movida llevada a cabo en San Francisco.

Discusiones filosóficas aparte, se pudo ver a una multitud el pasado sábado –muchas familias y jóvenes que seguramente quedaron afuera del Personal Fest- que camuflaron sus almohadas en una bolsa hasta la hora señalada, la hora de descargar al niño travieso que todos llevamos dentro.

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KIDULTS: GENERACION SIN EDAD


Tendencia de marketing, regresión freudiana, globalización: estos son los términos clave de un fenómeno que hoy se conoce como ‘kidults’. Por María Pilar González

Hablando con Daniel Germano –dueño del pelotero A los caños y pionero en el rubro- no se comprende en primera instancia el por qué del éxito de la idea. Pareciera ser el resultado porteño de un entrepreneur que puso a rendir un poco más su negocio. Sin embargo este hombre puso en su proyecto una buena dosis de observación: "La idea se fue dando naturalmente. Los padres de los chicos que festejaban acá sus cumpleaños preguntaban si se podían meter"- confiesa como disculpándose. El pelotero, originalmente para niños, organiza por estos días numerosos cumpleaños y despedidas exclusivamente para adultos. Decenas de treinteañeros –algunas veces acompañados por sus hijos- nadaron ya entre las multicolores pelotas buscando el tesoro que el animador promete como “espectacular.” La tendencia apuntaría –si de marketing hablamos- a una a una especie de regresión que encarna en comportamientos de consumo propios de la adolescencia, reinvindicando la niñez. ¿Otra manifestación de la juventud eterna?

Allí es entonces donde aparece el gran negocio: kidult -contracción del inglés kid (chico) y adult (adulto)- es el nombre que el mercado le puso a esta reacción en cadena que desata fiebres por lo retro. Las zapatillas, la ropa vintage, el culto a las viejas series norteamericanas de tv –con el canal Retro como punta de lanza del fenómeno- parece ser un movimiento a nivel global. Una cultura transgeneracional que consume productos para chicos y grandes, que comparten el gusto por la play station con sus hijos y siempre está al tanto de los últimos gadgets para la pc o el ipod. Un verdadero Peterpandemonium –como se lo denomina en la jerga marketinera- que ha inspirado películas como Shrek o Toy Story, con gags para grandes y chicos.

¿Te considerás un kidult? Acá te presentamos el identikit de un típico “niño grande”:

El usa jeans gastados, zapatillas de diseño, remera y un buzo canguro con bolsillo para el mp3. Ella tiene el pelo larguísimo, mechas rubias (si no es negro o rojo furioso) y jeans de tiro bajo muy ajustados (y sí, las horas de gimnasia dan resultado). Huyen de la rigidez y los formalismos. De buen poder adquisitivo, son impulsivos y no se privan de ningún gusto. Aman la tecnología y mantienen los placeres de la infancia. (Fuente: Infobae.com)

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EPIFANIA, UNA BUENA EXCUSA PARA IR AL MUSEO



por Martín Fernández
Renata Schussheim finalmente tuvo su retrospectiva y los salidores originales tenemos una buena excusa para meter a nuestro novio/a, para quien un museo es algo más siniestro que el programa de Narda Lepes, de cabeza en el Bellas Artes.
Primero hay que venderle la idea de que va a ver fotos de Charly Garcia y Luis Alberto Spinetta haciendo payasadas cuando tenían veinte años. Con esta treta le metemos de contrabando toda la seria de fotografías intervenidas por Schussheim que ocupan una de las paredes de la muestra y son realmente muy buenas.
Como la entrada es gratis y el dinero no representa un problema, el/la museofóbico/a se puede llegar a entusiasmar con el hecho de ver una serie de hombres con cabeza de animales que le va a recordar a las películas de su tierna infancia. Y aquí otra vez, lo paseamos por los personajes de la muestra que se hizo hace años en el Recoleta y le mostramos la serie de animales hombre que además de ser divertida es arte del bueno.
Muchas veces pasa que no es fácil compartir los gustos y es cuestión de ingeniárselas. Si se trata de una chica, le podemos decir que hay unos vestidos divinos y con la excusa de ver pilchas la enfrentamos con los increíbles vestidos dorados. Una vez allí, cuando se de cuenta de que son de resina y no se los puede probar, será demasiado tarde para echarse atrás.
Si se trata de entusiasmarlos a ellos, nada mejor que resaltar que hay una sirena (desnuda obviamente) mirando el mar desde un barco, con vientito, ruido de olas y todo lo demás. Casi una publicidad de Polinesia. Poco importa que la sirena este de espaldas porque movilizando sus ratones le hicimos apreciar la mejor obra de la muestra.
Por suerte la exposición de Renata Schussheim no tiene nada de formal y es una visita adecuada para todo el mundo. No hace falta ser un gran admirador del arte contemporáneo para gozar de sus criaturas y de la forma escenográfica en que las dispuso. Cada obra tiene su propia música y algunas de ellas su propio escenario como es el caso de la mujer pájaro que se oculta en un bosque de telas.
Entonces, si queremos que nuestra pareja, que jamás ha mostrado ninguna inclinación a lo que suene a cultura, nos de el gusto a acompañarnos a este tipo de salidas, Epifanía es una muy buena opción.
Afortunadamente, la muestra está en una de las salas del fondo, por lo que es necesario pasar delante de varios cuadros antes de llegar. Si caminamos despacito conseguiremos que nuestro/a acompañante contemple sin percatarse de ello, buena parte del arte costumbrista argentino.
A la hora de irse, si en vez de doblar hacia la derecha en busca de la salida, lo hacemos en sentido contrario podemos obtener otra de nuestras satisfacciones. Le habremos hecho ver de un solo tirón, El despertar de la Criada, La vuelta del Malón y Sin pan y sin trabajo que son tres cuadros dignos de apreciarse.Después de esto, una vez que le hemos templado el espíritu a nuestro/a acompañante, es hora de mimarlo/a un poco y nada mejor que una buena copa de champán para refrescar el alma. Aprovechemos que estamos en la zona y con la excusa del trago, le metemos en la cabeza un poco mas de arte. http://salidasoriginales.blogspot.com/2006/11/como-tomar-champn-gratis.html

COMO TOMAR CHAMPAN GRATIS




por Martín Fernández


Buenos Aires es una ciudad de eventos y si uno tiene la suficiente información puede asegurarse un recorrido semanal prácticamente con canilla libre. Si bien los días fuertes son los miércoles y jueves (piensen que el viernes ya se van para el country y vuelven el lunes sin ganas de marcha) hay inauguraciones, muestras y exposiciones prácticamente todos los días. La vida cultural de la ciudad es una buena manera de hacerse de unas buenas copas de espumante absolutamente gratis y de paso echar un vistazo a las tendencias del arte.

El circuito está bien delimitado y conviene conocerlo de antemano, siempre puede surgir una oportunidad en el momento menos pensado. Para un reconocimiento rápido conviene hacer el tour del gallery night para saber cuales son los puntos importantes en Palermo Hollywood y entrenar con un circuito más informal antes de pasar a la calle Arenales, donde se requiere un poco mas de experiencia.
En la cumbre de los eventos está el Hotel Alvear que se reserva para un tomador de champán experimentado y de templado carácter.
Una vez que uno sabe donde está la movida, tiene que informarse de la fecha y lugar del evento. Generalmente las invitaciones se envían por mail y como no la hemos recibido tenemos que buscar la info en otro lado.
Para los planificadores, siempre es bueno comprar La Nación y ver que pasa en el mundo del arte. Para los que gustan del imprevisto, una recorrida a vuelo de pájaro por el lugar indicado es más que suficiente. La opción más tecno es buenosairesnopara.com.ar.
Una vez que nos hemos decidido a salir, es fundamental el vestuario. En este caso hay dos opciones. Presentarse con un traje gris, nunca con corbata (la idea no es parecer que salimos del trabajo) o vestirse con una onda “artista”. Esto es, estar un poco desprolijo, un poco despeinado pero con un toque bohemio adinerado que queda muy bien en estos lugares. Las manos absolutamente libres; quedan descartadas las mochilas, maletines, bolsitas de disco y cualquier otra cosa que nos impida estrecharle la mano a alguien mientras sostenemos la copa que fuimos a buscar.
Si no tenemos un auto acorde a las circunstancias y el taxi nos resulta una inversión cuantiosa, llegar caminando no representa un problema siempre y cuando no entremos todo transpirados quejándonos de que el 60 estaba hasta las manos.
Cuando estemos en la puerta (vamos a identificarla fácilmente porque entre el calor y la prohibición de fumar va a haber mucha gente con copas en la vereda) lo importante es entrar tranquilos con cara de habitué. A un par de metros de la puerta seguramente habrá un hombre rodeado de personas, que le sonríe a todo el mundo. Atención, ese es el RRPP o persona que maneja el mailing. Nobleza obliga, nos acercamos, lo saludamos y le agradecemos la invitación. En la mayoría de los eventos nadie controla la lista de invitados. Para la próxima vez, si nuestra templanza de carácter lo permite, le decimos con una gran naturalidad que hemos cambiando la dirección de mail y le entregamos nuestra tarjeta personal que resultará la puerta de entrada a futuros eventos.
Con el correr de las noches, ya más entrenados en beber lisa y llanamente de arriba, nos iremos sintiendo como en casa y, como los invitados son siempre los mismos, hasta podremos entrar saludando a algunos de los presentes como si estuviéramos del lado de los concurrentes oficiales. De todos modos, siempre habrá alguien en nuestra misma situación que se muere por decir “hola, como va” para no parecer tan extraño y con quien podemos cooperar mientras nos dirigimos al fondo del salón donde esta lo que fuimos a buscar.
Un dato para tener en cuenta! Si en la entrada hay una chica con un papel en la mano, la cosa se pone más difícil. Hay eventos que tienen la vulgar costumbre de chequear la lista. En ese caso, tratando de disimular la gota de sudor que nos corre por la sien, podemos tener el siguiente dialogó:
-Señor, su nombre por favor? Nos va a decir con una sonrisa grande como un piano.
- Valles Altos de Clave Inclan. ( o cualquier otro nombre que se nos ocurra en el momento)
La señorita va a revisar dos veces la lista y al no encontrarnos nos va preguntar tímida o desconfiadamente según el éxito que hayamos tenido en la preparación del vestuario y la actitud.
¿Tiene invitación?
Y aquí viene la prueba de fuego para saber si podemos convertirnos en tomadores de champán gratis. Respondemos “No, ¿puedo pasar?” con el mismo tono que usaríamos si nos preguntaran por el nombre de la partícula vital del plutonio.
Ella nos mirará literalmente de arriba abajo (encontrar un conocido en ese momento sería genial) y por miedo a meter la pata y dejar a afuera a alguien que debería entrar nos dirá “Adelante”. Y una vez adentro nos vamos directo a la barra para aliviar la tensión que acabamos de pasar.
Por último, si en la entrada hay una chica sentada en una barra con una computadora, lo mejor es dar media vuelta y buscar otro evento. En esos casos la entrada es mucho más difícil de sortear y podemos quedar pagando. Pero, con la experiencia ganada en los últimos días, podemos fácilmente superar el trance e irnos a tomar gratis a cualquier otra parte.

UNA NUEVA VERSIÓN DE UN CLÁSICO

Hugo Álvarez y Laura Caime adaptaron El Jardín de los Cerezos de Chejov y la presentan los sábados a las 21 y los domingos a las 22 hs.

Por Natali Rinenberg

Una típica casa chorizo alberga el Espacio Teatral Corrientes Azul. Entrada, pasillo al fondo, muy lleno de humedad, luego una sala de “recepción”. Esta sería como una especie de patio interno de la casa, pero funciona como sala de aguante, para esperar antes de que comience “El Jardín de los Cerezos”. Las paredes de la sala están decoradas con fotografías de la obra de teatro en marcha, con notas de los actores publicadas en diferentes medios y pegadas con cinta skotch. La persona que atendió esa noche en la boletería también tuvo una pequeña participación en la obra (fue un transeúnte pobre que interrumpe en una de las escenas) y, como si eso fuera poco, también era Hugo Álvarez, nada menos que el propio director de la pieza teatral.

Así, como en casa, donde todos hacen todo, está planteado el escenario, que no es escenario sino una gran escenografía montada en el suelo. El público se ubica en gradas, quedando prácticamente dentro de la escena.

La obra escrita por el célebre Antón Chejov fue su última pieza y una de las más emblemáticas. Transcurre en Rusia, en el año 1904. Ljubov Andréievna –en la piel de la bella Jessica Schultz, a quien acostumbramos ver en televisión- vuelve de Francia, donde vivió después de la muerte de su pequeño hijo. En París vivió con su amante, a quien cuida tras caer enfermo. Luego del tiempo y el dinero invertido en el hombre, éste la abandona por otra mujer.

El Jardín de los Cerezos refleja el mundo de una clase aristocrática que se enceguece y no puede adaptarse a los cambios, a dejar su vida anterior por una nueva repleta de deudas. De esclavos que no quieren quedar en libertad, de estudiantes eternos que luchan por sus ideales sólo con palabras. Las cosas cambias pero ellos no lo notan o se niegan a aceptarlo. De no encontrarse una solución para las deudas que la familia tiene que afrontar, el cerezal, el famoso orgullo de la familia, será subastado.

La primera escena se abre con la presencia del mayordomo y una lámpara. Se anuncia la llegada de la dueña de casa, quien es esperada por sus sirvientes de manera efusiva. Este primer personaje llamado Firs e interpretado por Guillermo Sosa es el que más se destaca en la obra, que termina con una última imagen de él mismo. La escenografía, construida con un entrepiso que hace que el escenario sea doble y que representa los dos pisos de la casa de la familia, es recorrida en forma permanente por los actores. Esto le da agilidad y movimiento a la obra. Por otra parte, todo lo que se ve en escena tiene aspecto de viejo y mugriento, aunque los personajes intenten destacar la majestuosidad supuesta de la mansión.

En este Jardín de los Cerezos, nada es lo que parece o, simplemente, todo es lo que parece pero esta singular familia no quiere notarlo.

Para los amantes de los clásicos, El Jardín de los Cerezos es una obra con humor satírico, personajes ricos, una construcción de clima muy particular, con destacadas actuaciones del ya mencionado Sosa, de Virginia Campo como sirvienta y de un gran elenco. La Revolución Rusa nunca se nombra, pero se respira en el aire su llegada.

EL BULULÚ



El espacio teatral de humor presenta diferentes obras, entre las que se destaca la imperdible “Damas de Humor”
Por Natali Rinenberg

Rivadavia 1350, barrio de Congreso. Una puerta con luces de colores y un cartel que da la bienvenida, anuncia: Teatro El Bululú, Club de Comedia. Escaleras abajo, está oscuro pero las fotografías de las paredes pueden verse claramente por la iluminación de las lámparas colgadas en el techo, que apuntan directamente a ellas: Los tres Chiflados, El Gordo y el Flaco, Charles Chaplin y también los bastante menos conocidos (pero no menos célebres) humoristas que pasan noche tras noche por el escenario del “espacio” de Monserrat. Decimos “espacio” porque no es un teatro convencional, ni es un bar, ni encontramos mejor definición que la de espacio cultural de humor. ¿Por qué? Porque aquí se combinan los ingredientes principales que caracterizan a los lugares tradicionales, formando algo único. Hay mesas, sillas y bancos, hay una barra de tragos y luces tenues, como en cualquier bar. Pero también hay un escenario con un telón bordó, luces que apuntan a él y hasta un iluminador que interactúa con los intérpretes, comunes en los teatros.
Una vez abajo, el público es recibido por un hombre que parece haber salido de un cuento: abdomen redondo y pronunciado, barba y tiradores. Él ofrece algo para tomar y cuenta que la consumición mínima es de $7; se puede optar por la clásica Coca o Cerveza. También, si el espectador es más exquisito, podrá pedirse un trago de los especiales de El Bululú. Todo esto puede también ser acompañado por un buen pancho.
Este lugar tiene 15 años de trayectoria en espectáculos humorísticos y se jacta de ser el “semillero de cómicos” que hoy son famosos, algo así como la cuna del humor argentino. Claro que en los folletos y cada vez que pueden, se preocupan por avisar que lo de ellos no es humor de televisión, sino que responden a un humor más rebelde, selecto y alternativo.
Las mesas redondas rodean un pequeño escenario de madera, que puede ser visto cómodamente desde cualquiera de las ubicaciones, no hay privilegios. Al pedido de una Coca Light, nos traen un vaso de vidrio, enano, de esos que tienen dibujitos en relieve y que pueden encontrarse en las casas de las abuelas, con suerte. En el medio de la Coca Light flota un cubito ya casi derretido.
Son varios los espectáculos que pueden disfrutarse en el Bululú, pero los salidores originales recomiendan “Damas de Humor”, un excelente dúo compuesto por las multipersonales Jorgelina Vera y Belén Caccia. Los domingos a las 21 hs, después de “Trukadísimas” y antes de “Improvisadores”, las chicas desarrollan seis distintos sketchs cómicos en los que interpretan a diferentes personajes en situaciones de la vida cotidiana. Tan bien está la representación, el vestuario, el maquillaje, que varias veces el espectador puede llegar a dudar de estar frente a dos actrices o si son más. En cada uno de los actos el público se encontrará con personajes delirantes, como la fea Rosita que conoce a un hombre por chat, la gallega sexy que busca trabajo de recepcionista, la clásica nena bian del celular con cámara que revela la histeria femenina, una nena cuya madre era puta, entre otras historias que logran atrapar en pocos minutos al espectador. Los monólogos están muy bien escritos y algunos de los actos están acompañados por canciones interpretadas por las mismas actrices.
“Damas de humor” es una obra fresca, rica en situaciones en las que las mujeres se sentirán como mirándose a un espejo y los hombres atentos ante semejantes confesiones. Y El Bululú es un lugar con historia, lleno de magia… hay que conocerlo.

lunes, 20 de noviembre de 2006

"LA BOLCHE VITA": TEATRO BIEN DESDE ABAJO


“Gentes por razones de fuerza mayor nos cagamos encima. La Bolche Vita suspende la próxima función (29 de octubre), agradece que hayan pasado y los esperamos a todos el 5 de noviembre en la que sería la tercer función con números nuevos, sorpresas varias y renovadas ganas de seguir presentando este espectacular espectáculo de buen aspecto. El lugar lo confirmaremos a la brevedad, por favor si quieren saber más déjenos su dirección de mail y le enviareos la data a su propia casa virtual” (todos los sic, todos).
Esta leyenda redactada caóticamente —pero con las mejores intenciones— podés leerla en http://labolchevita.blogspot.com, el blog de un grupo de actores aficionados –clausurados y próximamente habilitados- que, intentando recuperar el espíritu del Parakultural y el under de los ´80 y ´90, se junta para despuntar el vicio (de la actuación) y, de paso, satirizar la realidad.
Se reúne cuándo y cómo puede para representar todo lo que contiene un varieté. Desde hace tres meses lo venían haciendo en un antro de San Telmo; desde el domingo 5-11 (y con una dudosa periodicidad) podés ver y escuchar el monólogo del Coronel Mandioca, un militar kirchnerista trasversarl; La Misa Nova, un diario cantado, inspirado en La Fusa de Vinicius de Moraes o el monólogo de “La Asesina”. El show, que también incluye imágenes, es a la gorra y se realizará en el marco del “Plácido Domingo”, un espacio creado por el Centro Cultural La Castorera (Córdoba 6237)
Gabriel (24) es co-creador e intérprete e de Mandioca, personaje que evoca el realismo mágico de García Márquez. Es periodista egresado de TEA y trabaja como editor y productor de video y gráfica. Junto con Sebastián, fundador del grupo, estudió actuación con Mosquito Sancinetto, maestro del under y creador del match de improvisación. Entre los 10 integrantes hay empleados administrativos, sonidistas y meseros. Gaby dice que La Bolche Vita “busca recuperar el under ochentoso que era serio, profesional, que hacía humor político y era rebelde.” “Pero no rebelde al pedo”, aclara.
Entre las influencias del grupo, menciona además del Parakultural y el under de los 80, programas televisivos como Chachachá, Delicatessen, Todo X dos Pesos, La Noticia Rebelde y, más acá en el tiempo, la inefable revista Barcelona. “Nos gusta el humor negro, ácido y satírico”, destaca.
La Bolche Vita, que nació hace tres meses en la era post Cromagnon, revive —entre otros— los monólogos que Alejandro Urdapilleta interpretaba en la primavera alfonsinista. La juventud de los ochenta vivía la alegría del renacer democrático, de la libertad de expresión, aunque padecía el dolor por la pérdida de toda una generación a manos de la dictadura, del total reviente de drogas y la aparición del SIDA.
Los veinteañeros actuales padecen de los mismos flagelos, sumado a los efectos que generó en los espacios de circulación la tragedia de Cromagnon. Así, muchos lugares del circuito off debieron cerrar por cuestiones de “seguridad”; esto es patente en el caso de las bandas de rock, a las que se les cerraron los sucuchos o zótanos en los que podían tocar. “No podemos hacer la comparación con lo que pasaba antes de Cromagnon, ya que empezamos hace pocos meses. Sin embargo, tenemos la sensación de que cada vez hay menos lugares habilitados —dice Gaby—. Se podría decir que actualmente dependemos de la buena voluntad de los dueños de los lugares, quienes en su mayoría te cobran el 50% de la recaudación”.
Con una frecuencia incierta pero excitante, La Bolche Vita es un “espectáculo espectacular” que tal vez nunca llegue a tener una marquesina refugiada en decenas de luces de neón. O tal vez sí. Por el momento, sus integrantes seguirán intentando sacudir la modorra de la cultura urbana porteña con el karma de un cartel que lacónicamente reza: CLAUSURADO.

Por Sebastián Scherman (octubre de 2006)
schermans@gmail.com
© 2006 Salidas Originales

MI SALIDA ORIGINAL FAVORITA

Por Paloma Fabrykant (*)
Especial para Salidas Originales


Mi salida favorita con amigos y amigas es ir a ver una buena velada de kick boxing profesional. Nada me emociona más que ver enfrentarse a estos jóvenes gladiadores, que dejan media vida en el gimnasio para llegar al ring. Es un espectáculo asombroso, la adrenalina se siente en el aire. Además, Argentina tiene nada menos que al campeón mundial de este deporte: Jorge Acero Cali. Hace poco lo vi defender su título ante un brasilero en el hipódromo de San Isidro y fue una velada de lujo. A todos los que no han asistido nunca a uno de estos espectáculos les recomiendo ir al menos una vez, para que se enteren de qué se trata. Después... ¡Apuesto a que se vuelven fanáticos!
Para los extranjeros, en Buenos Aires como en cualquier ciudad, mi recomendación es salir de los circuitos turísticos y hacer lo que hacen los locales. Basta de Caminito, basta de San Telmo y Recoleta. Ver unas buenas peleas de kick Boxing es el mejor plan de la noche. Más información en www.megaboxing.com.ar

(*) Paloma Fabrykant es periodista, escritora y redactora publicitaria. Escribe regularmente en revisas Viva, Hombre, La Mano, Metropolis y Rolling Stone. Publica en Editoriales Planeta y Alfa Guara.

"REMAKERS": UNA QUE SEPAMOS TODOS

¿Guns & Roses, Calamaro, Los Ratones Paranoicos y Coldplay en un mismo recital? Esto es posible en el mundo de los "Remakers", una banda que interpreta covers de los ´80 y ´90 y debutará el próximo 2 de diciembre a las 23 hs en Planet Music, Cabildo 853, Cdad. De Buenos Aires.


"Nuestro show está pensado para que cada uno escuche un tema con el que se sienta identificado. Además, incluimos clásicos como ´El Rock del Gato´, que todo el mundo baila", dice Diego (27) guitarrista y fundador del grupo que desde hace varios meses viene ensayando para el gran debut.
"Tú me estás atrapando otra vez" y "Crímenes perfectos" (Andrés Calamaro); "Angel" (Robbie Williams) y "Blues del Equipaje" (Mississipi) son algunos de los temas que toca esta ecléctica banda integrada por veinteañeros, en la que hay un cantante escalador de montañas, un diseñador gráfico, un supervisor musical, un locutor nacional y un interesado por la cultura china.
En el show se escuchan dos guitarras, una voz, un bajo, teclados, batería ¡y hasta un chello! Una gran variedad para recordar viejos temas y pasar un buen momento con (no tan) viejos amigos.
La entrada cuesta $8 con consumición. ¿Te lo vas a perder?

Por Sebastián Scherman
schermans@gmail.com
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AL FIN SIN GAUCHOS

Por Martín Fernández.


El turismo de estancia es una buena oportunidad para estar un fin de semana en el campo disfrutando de un bucólico paisaje pampeano. El problema que suele presentarse es que apenas uno puso un pie en el casco, viene una tropa de gauchos haciendo destrezas; otros, boleadoras en mano provocando un ruido infernal y un par de chinas con vestidos floreados repartiendo empanadas fritas en grasa a quien se cruce en su camino. Y uno que buscaba un poco de tranquilidad.

Al segundo día, cuando nuestro nivel de acido úrico está por las nubes y nuestro humor por el piso, los anfitriones terminan de arruinar nuestra salud con una chocolateada con pastelitos de dulce de batata (fritos en grasa, obviamente).
Para los que prefieren alejarse de la tradición de escuela primaria de estos lugares pero mantenerse cerca del ambiente campero, San Pablo Hotel & Restaurant es una elección oportuna.

En la estancia art nouveau de fines del siglo XIX no hay gauchos, ni empanadas fritas, ni mucho menos asado. Al fin y al cabo uno va a descansar y no a un acto del día de la tradición.

El restaurant tiene un menú variado con cocina gourmet donde ofrecen platos delicadamente preparados. Destacan el wok de cerdo y el ceviche que están a tono con la onda étnica que invadió la gastronomía. Los más conservadores pueden elegir crocantes de ave o de ternera que son milanesas con la diferencia que en vez de estar hechas por tu mamá están preparadas por un chef gordo. No se aderezan con mostaza sino con salsa de guacamole. Les dije que era cocina gourmet.

Después del almuerzo podemos hacer una vuelta a caballo o en bici por los caminos rodeados de eucaliptos; o meternos de lleno en las reservas donde podremos ver algunos animales simpáticos como liebres, mulitas y uno que otro zorro. También nos podemos encontrar con un lagarto o una culebra, al fin y al cabo estamos en el campo, no?

Si no queremos tanta emoción podemos quedarnos en la pileta tomando sol o tirarnos en una reposera en el parque.

Las habitaciones son confortables y algunas de ellas tienen hidromasajes. Después del baño, podemos tomar unos tragos en el bar o relajarnos un poco viendo el atardecer desde el napoleónico salón imperio.

San Miguel del Monte está a diez minutos y por la autopista se llega desde Buenos Aires en una hora y media.

Para los que buscan salidas originales, Estancia San Pablo es una manera de ir al campo sin volver con olor a asado.

Estancia San Pablo
Ruta 215 Km 101, San Miguel del Monte.
http://www.campitosensanpablo.com.ar/

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LA BOMBA DE TIEMPO

Nada mejor que empezar la semana con muy buena onda.
Por Marina Rosetti.

¿Qué haces un lunes a la noche? ¿Qué dirías si te invito a bailar?. No valen las excusas que justifiquen una semana agitada, madrugar o parciales. Un rato para la diversión siempre hay que tener, y si la propuesta viene de la mano del espectáculo que ofrece La Bomba de Tiempo, no podes dejarla pasar.
Cada lunes, este grupo de tambores formado por un grupo de percusionistas de primer nivel, te invita a moverte al compás de la música. Los reyes de la improvisación, hacen del show una verdadera fiesta para compartir con amigos o con tu pareja. A través de un sistema de señas que imparte el director del grupo, los músicos en escena crean diferentes ritmos y quedarse quieto después del "Buenas noches", es imposible.
Brindan un espacio donde todo vale, donde solo hay que dejarse llevar por la música y moverse sin parar. No es una fiesta electrónica donde todos saltan, es una fiesta de tambores en la zona del abasto que nada tiene que envidiarle al sombodromo de Brasil. No es una exageración. Pero tenés que vivirlo.
Si el clima acompaña, vivis una noche ideal. Ahora que llega el verano, planealo como una opción.
Estas ahi, en un galpón inmenso escuchando buena música, y con los mejores.
Casi 500 personas se acercan cada lunes a Ciudad Cultural Konek para disfrutar de este espectáculo, que desde mayo de este año no falto a la cita con su público ni siquiera por lluvia.
Numerosos artistas estuvieron presentes como invitados en el show, por ejemplo este mes han pasado figuras como la folklorista Silvia Iriolo y el percusionista Ramiro Musotto.
El próximo lunes, y para cerrar el mes de noviembre Gaby Kerpel, compositor musical de Fuerza Bruta y De la Guarda compartirá escenario con el grupo de tambores.
Si llegas antes de las 20, podes presenciar el ensayo que comienza a las 19hs, donde el espectador es testigo de la buena onda que se refleja en el grupo y del talento que poseen. Todo queda comprobado cuando salen a escena.

La Bomba de Tiempo
Lunes: Ensayo 19hs-Función 20hs
Ciudad Cultural Konex
Sarmiento 3131
4864 3200
entrada general $ 5
No se suspende por lluvia!!!

EL SEÑOR DE LOS RELOJES

Francisco Miguel Raab es artesano relojero. Tiene su negocio en Buenos Aires desde hace 60 años. Repara todo tipo de relojes antiguos artesanalmente. Para ello, ha tenido que aprender más de 20 oficios. Por Federico Fernández.

El Pasaje Rivarola es un breve oasis de tranquilidad en medio del frenesí porteño; un túnel secreto de prolijas fachadas donde por momentos pareciera que el tiempo se ha detenido caprichosamente. No debe el viajero extrañarse, ya que allí tiene sus oficinas el Amo del Tiempo y Señor de los Relojes: Francisco Miguel Raab, un artesano relojero, nacido en Huanguelén, provincia de Buenos Aires, hace 77 años. Comenzó hace ya mucho tiempo, restaurando, fabricando y coleccionando relojes de todo tipo; hoy su negocio es único en el mundo, y por varios motivos.

Un gigantesco reloj alemán se ve a lo lejos, emergiendo solitario de las paredes. Es el mojón que señala el pequeño santuario donde trabaja Raab. El lugar se llama, apropiadamente, “La Chacarita de los Relojes”. En la vidriera lloviznan relojes de bolsillo sobre un océano de relojes de arena. Adentro el panorama es sobrecogedor; auténticas parvas de relojes antiguos todo lo colman: son de pie, de pared, de mesa, de bolsillo, de muñeca, de arena... Algunos funcionan y palpitan sus tic-tacs; otros simplemente están ahí, orbitando en el espacio, surgiendo en todos los lugares y rincones. Constelaciones de relojes cuelgan del techo; las mesas de trabajo están sepultadas bajo un enjambre de fornituras, engranajes, roscas y todo tipo de piezas metálicas abigarradas en rebelde anarquía.

Envuelto en este laberinto, Miguel incrusta un vidrio sobre un pequeño reloj de muñeca y mientras tanto recuerda cómo comenzó tamaña empresa: “Cuando termino la primaria mi viejo se acerca y me dice que en casa hay dos opciones: o estudiar o laburar. Yo tartamudeaba al leer, mi competencia cultural no era la mejor, así que elegí laburar. En ese entonces tenía como doce años”. El padre de Miguel era húngaro, un humilde peluquero instalado en Buenos Aires con su familia. Uno de sus clientes necesitaba ayuda en un negocio y allí el joven Miguel Francisco tuvo su primer empleo. Se trataba de la joyería de Eugenio Colmann, ubicada en Diagonal Norte. “Trabajaba mucho” – cuenta – “Tenía que estar seis horas y me quedaba diez, si había que hacer un mandado iba corriendo a todas partes. Me lo tomé en serio, básicamente porque sabía que me estaba jugando la vida, si me iba mal con eso no tenía muchas alternativas”. Aquí, y más tarde en un taller y una relojería, Miguel terminó forjando una vocación y, a fuerza de aprendizaje y trabajo, terminó por superar a sus maestros; a los 18 años instaló su propio negocio.

Fue entonces que comprendió que la restauración de relojes implicaba mucho más arte que tan solo el dominio de los mecanismos de cuerda: “No me quedé solamente con las nociones de la mecánica de un reloj; descubrí que si quería restaurarlos en serio tenía que ocuparme de todos sus oficios, y así fui aprendiendo distintas artes: carpintería, ebanistería, cincelado, grabado, calado, tornería, biselado, vitroux, reparación de cajas, de cuadrantes”. En fin, todo lo que tiene que ver con un reloj por fuera y por dentro. “Una cosa es hacerlo funcionar, pero también tenés que dejarlo como nuevo en cada una de sus partes externas”.

En la década del 40, a raíz de la Segunda Guerra Mundial y el consecuente debilitamiento del comercio con Europa, cerraron muchas casas de relojería y repuestos en Buenos Aires. Miguel aprovechó la ocasión, fue a cada una de las tiendas y compró de todo; relojes, repuestos, herramientas, máquinas, porque todo le servía. Aún hoy lo sigue haciendo, y guarda autenticas parvas de recibos que ayudan, quizá no lo suficiente, a comprender la magnitud de la colección que atesora en sus diferentes depósitos. “Tengo como 70 toneladas de despertadores guardados, 300 herramientas especiales para arreglar relojes, montones de catálogos de fábricas viejas, 600 relojes de bolsillo… Los relojes son de todos los países y épocas. También tengo relojes de arena, de sol, relojes chinos de fuego, relojes de agua”. Raab repasa su ingente colección, que también incluye libros sobre el oficio y discos de pasta, sin disimular una chispa de entusiasmo, o jactancia, en sus ojos. Su rostro dibuja una sonrisa al comentar: “Cada tanto vienen inspectores de la AFIP para hacer un inventario y terminan huyendo despavoridos”.

Miguel asegura que hasta ahora no ha existido reloj que no haya podido resucitar. Sea de pulsera, de bolsillo, o de la torre de una iglesia, siempre se las ingenió para que el tiempo nunca se detuviera. Bajo sus herramientas pasaron relojes que pertenecieron a personajes ilustres, tales como Domingo Sarmiento, Carlos Pellegrini, Bartolomé Mitre y Juan Domingo Perón. También ha recibido clientes de otras partes del mundo que llegaron hasta su taller con la última esperanza, referenciado hasta por colegas suizos. “Cuando arreglo un reloj, lo hago por mí y no por el cliente. Cada uno representa un desafío, y siempre es una satisfacción personal cuando logro hacerlos funcionar otra vez, no importa que ya haya reparado miles y miles”, dice mientras busca la herramienta adecuada entre indóciles cajones. “Tampoco le miento al cliente; si el reloj es de mala calidad se lo digo, pero a veces este tipo de cosas tienen un valor sentimental, porque fue de un abuelo, una abuela, y entonces lo arreglo”.

Los relojes electrónicos y de cuarzo no le interesan. “No se ni cómo se cambian las pilas. Solo arreglo relojes con 50 años de antigüedad o más. Nunca me interesaron los relojes de serie, industriales, que se hacen ahora, son como descartables ¿No?”. Además de reparar relojes por dinero, Raab siempre tiene otros proyectos en que ocupar su tiempo, sobre todo ahora que ha delegado buena parte del trabajo a su hijo. “Hace tiempo hice un pesebre solo de fornituras, solo porque se me ocurrió, también fabrico relojes de arena”. Cuando se le pregunta cómo funcionan estos últimos contesta enigmáticamente: “Tardé diez años en descubrir el secreto ¿Te lo voy a explicar ahora en dos minutos?”. También sueña con que su colección se constituya en un museo permanente, pero asegura que no ha recibido ningún tipo de apoyo por parte del gobierno.

Entonces llega la pregunta clave: ¿Qué es el tiempo? “Siempre digo que el tiempo empezó cuando el hombre se paró de espaldas al sol y midió su propia sombra”, pero la pregunta evidentemente no tiene respuesta: “Quizá toda mi profesión esté alimentada por el deseo de dominar el tiempo, de moldearlo a mi gusto, pero lo cierto es que estoy viejo, y eso no lo pude evitar ni desarmando todos los relojes del mundo”, reflexiona. Por las dudas, asegura que si bien le encantan los relojes, jamás los utiliza: “Detesto que un objeto como lo es un reloj me someta. No me gusta el gesto de pararme en la calle y mirar la muñeca a ver si llego tarde a donde sea. Si soy relojero se supone que debo dominar los relojes, y no que estos me dominen a mí”.

Sin previo aviso, resuena una cascada de campanadas simultáneas: todos los timbres y matices nos recuerdan que son las siete de la tarde. Afuera, ya está anocheciendo.

COMO SE ARREGLA UN RELOJ

La casa de Miguel Francisco Raab está ubicada en Capital Federal, en el Pasaje Rivarola al 134.

Cuando el cliente lleva su reloj para su reparación (puede ser de péndulo, de mesa, despertador, de bolsillo o de pulsera) debe dejarlo para que se revise el aparato y se pueda hacer un presupuesto. Raab explica que si bien es posible un diagnóstico aproximativo con apenas un vistazo, es cuando se empieza a trabajar con el reloj que el artesano se da cuenta de qué es exactamente lo que ocurre. Por este motivo, es virtualmente imposible saber cuánto costará un trabajo el mismo día que se lleva. La reparación de un reloj lleva su tiempo, y muchas de las entregas pueden demorarse hasta un año.

Hace tiempo que Miguel tiene algunos asistentes, entre ellos su hijo, que hoy en día hacen la mayoría del trabajo. Lo primero que se hace es un desarmado completo del reloj. Esto permite comprobar el estado en que se encuentran todas y cada una de las piezas que lo componen. Si hace falta un repuesto específico, es posible que éste se encuentre al alcance de la mano, ya que en el local se pueden encontrar innumerables cajas de repuestos y fornituras meticulosamente catalogadas y ordenadas. También se pueden desarmar otros relojes y obtener la pieza necesaria. En última instancia, si la pieza faltante no está disponible, Miguel puede fabricarla.

Pero el trabajo sobre los relojes nunca se limita a un problema o defecto específico. Miguel, haciendo gala de sus múltiples habilidades, ofrece una puesta a nuevo integral de cada aparato y esto implica ocuparse también de las maderas, las decoraciones, los biselados, las agujas los cuadrantes, los mecanismos de campanas. Si las maderas están astilladas o deterioradas, por ejemplo, la casa se ocupa de fabricar nuevos pedazos de madera, pegarlos, y barnizarlos adecuadamente.

Una vez que el trabajo en el reloj ha terminado, éste se deja a prueba durante un buen tiempo: de esta manera se comprueba si la marca la hora consistentemente, sin adelantarse ni atrasarse demasiado. Obviamente, semejante trabajo no es barato. Miguel explica: “El precio de los repuestos no es nada, porque en general ya los tenemos, pero la mano de obra sí. Cada reloj insume un tiempo y un trabajo que ni se imaginan”.


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QUE NO TE GASTEN EL BOLSILLO





Podés pasar por los lugares más top y pagar siempre la mitad. Es cuestión de estar atento. Por Natalí Rinenberg

Tenés ganas de salir. Ella quiere ir al cine, vos a comer. Siempre es lo mismo antes de planear una salida, ponerse de acuerdo con la pareja es todo un asunto y más cuando de salidas onerosas se trata. Te cuesta decirle a ella que elija: ¡cine o cena! Pero conociste salidasoriginales.com para no quedarte en banda esta noche. ¿Por qué elegir entre una cosa u otra cuando hay pequeños trucos para poder hacer las dos por el precio de una? ¿Querés impresionarla? Entonces tomá nota y preparate para una salida clásica pero romántica. Eso sí, volvé a visitar este site: estamos atentos, ¡ninguna promoción se nos escapa!

¡Al cine y a comer!

Si vivís sólo va a ser mucho más fácil. Si estás con tu familia, prestá atención a cuando llegue la boleta de Edesur, porque probablemente estarán todos cual lobos hambrientos tras ella, si tenés una familia que le guste el cine. Si fuiste piola y chequeaste todos los días el buzón, recuperá (después de que la pague otro) la boleta de la luz. Una vez en tus manos, el problema del cine estará solucionado. ¿Tenés idea de cuánto cuestan las entradas hoy en día? Si, leiste bien el cartel. En algunos lugares llegan a los $19. Pero como navegaste por salidasoriginales.com, nosotros te avivamos. Si recuperaste la boleta de luz, recortá el talón en la parte inferior, que viene con una promo por la que pagás $10 la entrada y además te regalan una bolsa de pochochos. Eso sí, si tu novia es una nueva adquisición y no querés quedar escrachado, te conviene sugerirle: “gorda, por qué no aprovechás y vas al baño mientras saco las entradas? Mirá que la película es muy larga…” Y listo. Si los dos disfrutan juntos de ahorrarse la mitad, pueden mirar a los que están a su alrededor con una sonrisa pícara y pensar: “qué giles…” Es una sensación recomendada.

Llega la cena

Te ahorraste la mitad en el cine y pasaste la primera prueba. No podés quedarte atrás con la cena. Si querés seguir en la onda medio romanticona que provee la luz tenue del cine y, además, te gusta la comida japonesa y el sushi, quedaste como un duque: Yoko´s es tu opción. Este lugar tiene dos sucursales, una en Madero Este (Encarnación Ezcurra 357) y otra en Las Cañitas (Ortega y Gasset 1813), donde podrás encontrar un variado menú de platos preparados con las más exquisitas recetas orientales, la mejor opción si sos amante del sushi y los más exóticos postres. Eso sí, no podés olvidarte, antes de salir de tu casa y después de recuperar la boleta de Edesur, de entrar a cuponesonline.com, donde podrás imprimirte un descuento para este lugar de nada menos que un 30% -de domingos a miércoles- o de un 15% -para viernes y sábados-. Te recomendamos sin lugar a dudas el sushi, hecho con los más frescos pescados. Si éste no es de tus preferidos, podés optar por los spaghetti salteados con verduras y delicias (carne, pollo o cerdo), por la canasta de pollo con almendras, por la ternera salteada con vino y zetas, entre otras cosas.

Lo más importante: si la pasaste bien y quedaste como un rey, ¡no te olvides de hacernos tus comentarios y contarnos tu experiencia la próxima semana!












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LA REINA DEL FOTOLOG

Consiguió trabajo como ilustradora en Alemania gracias a su Fotolog www.fotolog.com/oh_no, uno de los más visitados en la Web. Antes de eso Caro Chinaski (30) creó una marca de ropa y editó fanzines fotoduplicados. Junto con otros dibujantes integra el blog “Historietas Reales”, cuyas historias se publicaron recientemente en un libro. En su tiempo libre prefiere disfrutar de su casa. Por Sebastián Scherman

"El dolor de cabeza es una cosa temible, tiene una cola larga,
dientes pinchudisimos y cara de loco. Se te agarra fuerte con sus patuchas
horrendas y a veces come aspirinas por placer. Nota al pie de hacer chistes:
cantè una cancion de Sumo frente a un contingente de chinitos sobre el techo de
un barco, y no me sacaron ni una foto".

“Generalmente no dibujo sobre cosas geniales como ganarse el Gordo de Navidad sino sobre martillarse un dedo tratando de poner un clavo en la pared”, dice la dibujante Caro Chinaski, 30 años, vecina de Florida, provincia de Buenos Aires, y dueña de algunos de los blogs de historietas más visitados de la Web.

“Mi vida es igual a la tuya y a la de él, el tema es desde qué lado nos paramos a mirarla. Suelo reirme mucho de lo que me ocurre y como soy en extremo torpe siempre tengo material de sobra. En este momento tengo un antebrazo cortado y una rodilla con una cascarita enorme debido a una caída en medio de una fiesta donde se suponía que tenía que estar cancherísima”. Por todo esto uno le cree cuando asegura que “el humor ocupa un gran lugar en mi vida”.
Periodista graduada en la UCA, Chinaski le asigna a la observación un lugar privilegiado. Admira a dibujantes como Peter Bagge, Roberta Gregory y Julie Ducet, pero, aclara, no son ellos los que más influenciaron en su trabajo. “Podría poner a la misma altura a mi familia, T-Rex, Los Rolling Stones, Love, Basquiat, Klimt, dibujos animados de los 70 y 80, Dior, Roberto Cavalli, Darío Argento, Hitchcock, Truman Capote, Oscar Wilde, Thomas Mann —dice. Las influencias vienen de muchos lados, y de muchos ámbitos del arte, así como también mi inspiración y el crecimiento continuo que observar todo esto trae aparejado”.

-Publicás ilustraciones en países como Alemania, del que nos separa la barrera idiomática, al tiempo que escribís sobre cosas cotidianas ¿Necesitás adaptar los guiones?

-La ilustración es un idioma universal, en ese caso no existen barreras, a menos que el tema incluya algún detalle muy regionalista, cosa que naturalmente no me caracteriza en lo más mínimo. En el caso de las historietas y los textos, sólo los he adaptado —sin publicar— al francés y al inglés

-¿Por qué Chinaski?

-Tuve una marca de ropa durante 10 años, y al momento de ponerle nombre estaba leyendo un libro de Bukowski, uno de mis autores predilectos. Chinaski es su alter ego y no me
pareció una mala idea como nombre para mi emprendimiento. Poco a poco otra gente comenzó a llamarme "Caro, la de Chinaski". Hasta mis amigos que sabían mi apellido real. Luego se achicó a Caro Chinaski.

Entre 1996 y 2000 editó junto con Clara Lagos “Océano y Charquito”, un fanzine que contó con la colaboración de dibujantes como Gustavo Sala, Lucas Nine, Ángel Mosquito y Ayar Blasco, uno de los creadores de “Mercano, el Marciano”. Precisamente Blasco confió a Chinaski la dirección de arte de “El Sol”, el largometraje de animación en el que trabaja actualmente.

EL MUNDO ENTRE SUS MANOS

Con el furor de Internet, Chinaski tiene la posibilidad de publicar dibujos todos los días y recibir cientos de mensajes de adolescentes —y no tanto— de todo el mundo. “Jamás imaginé que Internet se convertiría en una herramienta útil para mi trabajo —declara la artista. ´Oh no´ empezó como una catarsis para mí. Luego me di cuenta de su potencial, pero la verdad es que lo sigo usando como el primer día, como espacio de descanso y ´autopsicoanalítico´. Además, los dibujos y textos los hago minutos antes de subirlos, cosa que me parece indispensable para conservar la espontaneidad”.

Acaba de publicarse el libro de "Historietas Reales", un proyecto Web colectivo del que Caro participa junto con otros dibujantes y cuyos contenidos versan, como su nombre lo indica, sobre aspectos reales de la vida cotidiana. “Varias de las personas que componen el sitio son dibujantes que conozco hace mucho. Editábamos nuestros fanzines de historietas y hasta llegamos a fundar la Asociacion de Historietistas Independientes, hace casi 10 años. Fue un gran honor volver a compartir un espacio con ellos, aun cuando esta vez, a diferencia del pasado, es un sitio en Internet y no una escuela prestada llena de mesitas mal armadas en forma de stand donde tratábamos de vender las foto duplicaciones de nuestras historietas”, concluye Caro.
Chinaski crea personajes simpáticos y tiernos que al mismo tiempo destilan cierta ironía casi autobiográfica sobre lo cotidiano. ¿Cuál es la clave de sus dibujos? Tal vez la respuesta esté en el comentario que le dejó en el blog una de sus fans: “¿Recuerdas la escena de Titanic, donde la protagonista le dice a Di Caprio You have a gift, Jack... You See the people [Tienes un don, Jack, ves a la gente]? Bueno, you have a gift, Caro. You see yourself! [Te ves a ti misma] ¡Y con tanta claridad, por lo demás! Sin repetir, dudar, ni equivocarte, nos muestras una vida que, analizando objetivamente, no debería ser muy distinta de cualquier otra. Pero, muchacha, tú le pones magia y la haces brillar para todos nosotros”.

CARO, AMA DE CASA

-¿Cómo sería una salida original que le propongas a tus amigos/as?

-No soy muy salidora, en este momento de mi vida. Ir de picnic me parece una buena idea. También pasear en auto...

-¿Cuál es tu mejor plan cuando tenés fiaca y no te querés mover de tu casa?

-¡Quedarme en mi casa, claro! Y trabajar, pintar, escribir, dibujar, escuchar música. O tomar granadina sentada en mi patio, con la gata intentando cazar alguno que otro pajarito.

-¿A qué lugares llevarías y a cuáles no a un amigo extranjero que viene por primera vez al
país?


Lo llevaría a los bares que me gustan, a conocer el delta y sus islas, a caminar por mi barrio. No lo llevaría jamás al Microcentro, a un shopping ni a San Telmo un domingo al mediodía.

Por Sebastián Scherman
schermans@gmail.com

Links relacionados:

www.fotolog.com/oh_no
www.carochinaski.com.ar
http://carochinaski.deviantart.com
http://historietasreales.blogspot.com

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LAS BELLAS PIERNAS AHORA SON DOS

Bellagamba, el clásico bodegón porteño de Congreso ofrece a los cultores de la milanesa con papas una segunda opción: a metros del Cid Campeador su nuevo local ya cosecha habitués de todas las edades. Por María Pilar Gónzalez


Desde hace más de un año el renombrado bodegón/fonda Bellagamba cuenta con una sucursal, igual de cálida y trasnochadora que la anterior. Se trata de una antigua casa chorizo reciclada, situada en Gaona al 1300, a tan sólo cuadra y media de la mítica estatua del Cid Campeador. Al entrar, la impresión de haber retrocedido cincuenta años en el tiempo se desvanece sólo después de escuchar los acordes del último cd de Vicentico o el último hit de Pier. Viejas máquinas de escribir Olivetti; lámparas dignas de la casa de mi abuela (con carpetita bordada al crochet incluida); viejos manuales escolares adornando las numerosas bibliotecas y cuadros con avisos publicitarios de varias décadas atrás crean una atmósfera muy retro. Pero no ese retro edulcorado inventado por el mercado y las publicidades –como se estila últimamente- sino más bien un recuerdo nostalgioso e inexplicable, de tiempos que sólo nuestros padres y abuelos tuvieron la oportunidad de transcurrir.

En Bellagamba Gaona se puede encontrar el mismo menú que ofrece su hermana gemela: minutas de las buenas, con porciones abundantes – hace cuánto que no se ve eso en un restaurant – y guarniciones simples pero llenas de sabor. Milanesas gigantes “tamaño alpargata”, guisos para toda época del año, picadas siempre frescas y pizzetas caseras amasadas al instante. Pero la especialidad de la casa es sin dudas la suprema a caballo, plato que –según comentan en la cocina- es el más pedido para el delivery. Ah! Bellagamba Gaona cuenta con un mini ejército de simpáticos repartidores a domicilio que –munidos de su bicicleta- acercan a los más perezozos todo el sabor.

El ambiente del lugar varía según la hora y el día, pero podría decirse que es frecuentado por personas de cero a noventa y nueve años. Un viernes a la noche se puede encontrar cenando a un grupo de amigos de alrededor de sesenta años, que ocupan una larga fila de mesas en la parte central del restaurant. Más allá, en una mesa redonda, una familia tipo con niños pequeños se siente como en casa. A partir de las once y pico, grupos de adolescentes de todas las edades comenzarán a pedir hambrientos interminables colas de milanesas que se agruparán en el mostrador autoservice, y a eso de la una amigas cuarentonas efectivizarán encuentros postergados en los que mediará sin dudas una buena botella de vino dulce espumante, apoyada sin reparos sobre lo que en alguna época fue la mesa de una máquina de coser Singer.

El original Bellagamba tiene domicilio en Rivadavia 2138, y fue el producto de uno de esos tantos inmigrantes que –con buen tino- tuvo la idea de instalar a principios del 1900 una rotisería en medio de un conventillo en pleno barrio de Congreso. Con casi un siglo de historia a cuestas y un repertorio de personalidades del arte y la cultura que han pasado por sus puertas, esta propuesta gastronómica supo reinventarse y expandir sus objetivos hacia otras latitudes. Hoy la avenida Gaona cuenta entre sus comercios más distinguidos y de mayor convocatoria a un clásico que – atendido por los nietos de sus fundadores – sigue funcionando como un relojito: marche una suprema a caballo por favor...

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