martes, 21 de noviembre de 2006

EPIFANIA, UNA BUENA EXCUSA PARA IR AL MUSEO



por Martín Fernández
Renata Schussheim finalmente tuvo su retrospectiva y los salidores originales tenemos una buena excusa para meter a nuestro novio/a, para quien un museo es algo más siniestro que el programa de Narda Lepes, de cabeza en el Bellas Artes.
Primero hay que venderle la idea de que va a ver fotos de Charly Garcia y Luis Alberto Spinetta haciendo payasadas cuando tenían veinte años. Con esta treta le metemos de contrabando toda la seria de fotografías intervenidas por Schussheim que ocupan una de las paredes de la muestra y son realmente muy buenas.
Como la entrada es gratis y el dinero no representa un problema, el/la museofóbico/a se puede llegar a entusiasmar con el hecho de ver una serie de hombres con cabeza de animales que le va a recordar a las películas de su tierna infancia. Y aquí otra vez, lo paseamos por los personajes de la muestra que se hizo hace años en el Recoleta y le mostramos la serie de animales hombre que además de ser divertida es arte del bueno.
Muchas veces pasa que no es fácil compartir los gustos y es cuestión de ingeniárselas. Si se trata de una chica, le podemos decir que hay unos vestidos divinos y con la excusa de ver pilchas la enfrentamos con los increíbles vestidos dorados. Una vez allí, cuando se de cuenta de que son de resina y no se los puede probar, será demasiado tarde para echarse atrás.
Si se trata de entusiasmarlos a ellos, nada mejor que resaltar que hay una sirena (desnuda obviamente) mirando el mar desde un barco, con vientito, ruido de olas y todo lo demás. Casi una publicidad de Polinesia. Poco importa que la sirena este de espaldas porque movilizando sus ratones le hicimos apreciar la mejor obra de la muestra.
Por suerte la exposición de Renata Schussheim no tiene nada de formal y es una visita adecuada para todo el mundo. No hace falta ser un gran admirador del arte contemporáneo para gozar de sus criaturas y de la forma escenográfica en que las dispuso. Cada obra tiene su propia música y algunas de ellas su propio escenario como es el caso de la mujer pájaro que se oculta en un bosque de telas.
Entonces, si queremos que nuestra pareja, que jamás ha mostrado ninguna inclinación a lo que suene a cultura, nos de el gusto a acompañarnos a este tipo de salidas, Epifanía es una muy buena opción.
Afortunadamente, la muestra está en una de las salas del fondo, por lo que es necesario pasar delante de varios cuadros antes de llegar. Si caminamos despacito conseguiremos que nuestro/a acompañante contemple sin percatarse de ello, buena parte del arte costumbrista argentino.
A la hora de irse, si en vez de doblar hacia la derecha en busca de la salida, lo hacemos en sentido contrario podemos obtener otra de nuestras satisfacciones. Le habremos hecho ver de un solo tirón, El despertar de la Criada, La vuelta del Malón y Sin pan y sin trabajo que son tres cuadros dignos de apreciarse.Después de esto, una vez que le hemos templado el espíritu a nuestro/a acompañante, es hora de mimarlo/a un poco y nada mejor que una buena copa de champán para refrescar el alma. Aprovechemos que estamos en la zona y con la excusa del trago, le metemos en la cabeza un poco mas de arte. http://salidasoriginales.blogspot.com/2006/11/como-tomar-champn-gratis.html

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